El lazo rojo es un símbolo que nos hace solidarizarnos con las personas que sufren el VIH, una enfermedad global. Sigue siendo una gran pandemia de la población. Se sigue celebrando este día como iniciativa de la ONU desde 1988.
Hay más de 140.000 de personas en España que viven con la infección, muchos de ellos lo desconocen. Para ayudar a su detección en 2018 se realizaron 11.822 pruebas con 211 reactivos, lo que supone un 1.95% de positivos.
Existen unas pruebas diagnósticas rápidas de VIH de sangre capilar y fluido oral, se accede a su resultado en 30 minutos, y las llevamos a cabo las enfermeras. Las enfermeras tenemos un papel fundamental y no solo por realizar estas pruebas diagnósticas, sino por la educación para la salud, somos responsables de la comunicación sanitaria y la cercanía que tenemos con los pacientes, es algo beneficioso. La promoción por realizar esta prueba rápida de VIH es fundamental para diagnosticar.
El estigma social y la discriminación sigue siendo un problema.
Actualmente con la medicación que existe, las personas pueden envejecer con esta infección. A nivel asistencial es un reto. ONUSIDA plantea la estrategia 90 90 90. Esto significa que se plantean que se diagnostiquen al 90% de las personas, que al 90% se les trate con terapia antiretrovírica continuada y que el 90% de las personas con esta terapia antiretrovírica tengan supresión viral.
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