Cuida tu mente:
Localiza y prepara un lugar adecuado en casa en el que poder dedicarte al trabajo, libre de
interrupciones y en el que puedas encontrar la tranquilidad suficiente para concentrarte,
con luz natural y ventilado lo máximo posible.
Organiza tu tiempo y prográmate periodos de trabajo determinados que te permitan
mantener la atención en dicho trabajo.
Solicita a las personas con las que convivas que respeten tu espacio y horario.
Realiza pequeñas pausas cada cierto tiempo y procura hacer estiramientos, así como
cambios de actividad.
Establece un horario para las comidas y mantén pequeños momentos de evasión. Además,
evita atender temas del trabajo durante esos periodos.
Mantén el contacto con tu equipo y con otras personas del trabajo, a través de llamadas,
videoconferencias o correos, pudiendo compartir necesidades y generar oportunidades de
mejora.
Una vez que has terminado tu jornada, desconecta del trabajo e intenta programar tu vida
personal al margen de interrupciones laborales.
Es importante separar ambas facetas para
poder tener tu propio espacio.
Recuerda que, si al finalizar el trabajo continúas utilizando pantallas de visualización,
acumularás fatiga visual y mental.
Por ello, dedica un periodo para cambiar a otras
actividades que no te supongan esto.
Cuida tu alimentación:
La actividad física regular es un elemento imprescindible en el desarrollo de tu día a día. Tanto en
el trabajo, como en el tiempo libre, es muy importante mantenerse activo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un nivel adecuado de actividad física regular en
los adultos reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular,
diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas.
Además, mejora la salud ósea y funcional
y es un determinante clave del gasto energético (fundamental) para el equilibrio calórico y el
control del peso.
Por ello, para fomentar tu actividad física desde casa, te recomendamos las
siguientes pautas:
Durante tu jornada laboral
¡Muévete! Organiza tu jornada laboral y establece pequeñas pausas donde descansar de
manera activa. Hacer cada cierto tiempo los ejercicios que te proponemos, no te llevarán
más de 5 minutos y contribuirán a que tus músculos estén activos:
- Da 10 pasos profundos levantando los brazos hacia arriba cada vez que des un paso.
- Sentado en la silla, levanta (estira) una pierna y sube hacia arriba el brazo contrario
(5 repeticiones cada pierna/brazo).
- Siéntate y levántate 10 veces de la silla. Si lo prefieres, haz sentadillas.
Al finalizar la jornada realiza estiramientos para prevenir lesiones, principalmente de
cervicales y miembros superiores. Recuerda también cuidar de tu espalda.
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