¿Qué se sabe? ¿Qué se añade?
Hasta la fecha se sabe el prolapso de los órganos pélvicos se define
como el descenso de la pared vaginal anterior o posterior, el útero o la bóveda
vaginal (después de la histerectomía). El prolapso es común, su incidencia y
prevalencia aumentan con la edad, según el National
Health Age Nutrition Examination Survey (NHANES) las mujeres comprendidas
entre los 20 y 39 años se ven afectadas en un 10%, mientras que aquellas que
sobrepasan los 79 años incrementa la posibilidad de sufrir prolapso del suelo
pélvico al 50%
Existen diferentes tipos de prolapso, depende
el grado de prolapso así afecta a la calidad de vida de las mujeres.
Sabemos también que el uso de pesarios es una opción
para tratar los prolapsos, la mitad de las mujeres que usan pesarios continúan
usándolo con una mejor calidad de vida, percepción corporal y función sexual. Hay
una mejora en los síntomas causados por prolapso cuando las mujeres utilizan
el pesario. Los síntomas urinarios también mejoraron en el 50% de las mujeres
después de 2 meses; sin embargo, la incidencia de la incontinencia urinaria
oculta fue un efecto adverso común del tratamiento, que puede explicarse por la
ausencia de obstrucción del prolapso.
Finalmente, añadimos a nuestras conclusiones que el
pesario produce efecto positivo en la calidad de vida de las mujeres con
prolapso de órganos pélvicos, con buenas tasas de satisfacción. Las principales
razones para la interrupción incluyen: incapacidad de retener el pesario, incomodidad
y el deseo de cirugía.
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